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Familia de Campeones

Los hermanos Ramírez; Raúl, María Victoria y José Ricardo
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Raúl Ramírez

Por Ricardo Quiguanás grado 9-10

Deportistas como Nairo Quintana, Egan Bernal, James Rodríguez, Falcao y todos los que han tenido éxito a nivel mundial tienen un aspecto  en común: Han hecho todo el sacrificio posible para estar allí, desde entrenar por más de 5 horas a salir de la pobreza, romper fronteras, enfrentarse al mundo y a la vida misma, y estos líderes inspiran a los jóvenes que, como meta: tienen que ser iguales a ellos, sin descuidar la educación. Por eso, estos héroes luchan día a día con el sueño de triunfar en el mundo, y por ello están haciendo cosas como las que se verán a continuación.

Comencemos con Raúl Ramírez, joven de 18 años  estudiante del grado 10-9 de la especialidad de electricidad, del signo capricornio, nació con estrella de deportista.

Formado como estudiante en el Eustaquio Palacios desde pre-escolar y es recordado con cariño por sus docentes, especialmente por la profesora María Fernanda Muñoz quien dice “ él es nuestro campeón, mi estudiante” . Su vida en el deporte comenzó a la edad de 3 años con el patinaje. Estuvo en el patinaje de hockey y otras variantes como hockey en 4 y en línea, inclusive en el artístico.

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ENTRENAMIENTO

 Raúl entrena  3 veces al día,   en la  bicicleta, pesas y por supuesto los patines. Los lunes hacen un rodamiento continúo, que es el afloje de la semana, los martes inician desde las 6 a.m.  en la bicicleta  desde  la portada al mar  hacia el kilómetro 18, luego hacen la transferencia que son los patines y esos serían los dos entrenamientos del martes. El miércoles andan en bicicleta alrededor de 60 o 70 kilómetros, hacen la transferencia que son los patines y en la tarde hacen las pesas. El jueves es igual que el martes y el viernes es igual que el miércoles. El sábado también es igual que el martes, el domingo solamente montan alrededor de 100 a 120 kilómetros y eso es todo. Junto a ese gran esfuerzo, tienen los entrenamientos especiales. La mayoría son trabajos de resistencia a la velocidad, y otros son velocidad. Algunos como el lunes, que hacen el rodamiento continúo, sería fondo, y así sucesivamente.

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COMPETENCIA

 Ha participado en competencias municipales, departamentales, nacionales,   ha estado en dos selecciones Colombia, dos selecciones Valle, estuvo en los juegos de Supérate de donde salió campeón,  en interligas, en suramericanos y mundiales, y de cada una de esas competencias él ha cosechado triunfos. Actualmente es campeón mundial de patinaje, con ello, ha viajado por toda Colombia e incluso ha salido del país, estuvo en Holanda el año pasado, compitió en Ámsterdam, Harvard, estuvo en Barcelona y un periodo corto en Madrid. Al final, su última competencia fue la semana pasada en Medellín, representando a nuestro querido departamento. Pero, consciente además de que hay otros jóvenes que quieren ser exitosos y empezar a triunfar, este guerrero nos aconseja que practiquemos el deporte diariamente, que esto se volverá un pasatiempo, los alejará de muchos problemas, entre ellos las drogas, les dará muchas oportunidades y les abrirá muchas puertas al mundo y hacia las personas.

Familia

Esto no habría sido posible desde los 3 años sin el gran apoyo incondicional de sus padres, quienes siempre han estado muy pendiente de él, le han ayudado y le ha inspirado para que pueda alcanzar sus logros, pero esencialmente, así como sus progenitores han hecho un sacrificio por él.  Como son una familia de escasos recursos, trabajan mucho por su bienestar y por su equipamiento. Para los viajes de Raúl venden rifas, hacen tamales, arroz con leche, en fin,  hacen todo lo que este en sus manos para reunir dinero.  Claro que el club donde  Raúl está, lo inscribe, le da alguna parte y le ayuda en algo. Como padres “nos sentimos muy orgullosos de ver como  Raúl con sus logros y dedicación nos ha dado grandes alegrías”.

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Motivación  para Raúl

Raúl  llegó al patinaje por la cuestión de que, según su madre, “era muy tremendo, se trepaba por las paredes”, y por eso llegó al patinaje. Al principio él se fue con el papá a averiguar sobre la liga. Como todo niño que “se ranchó”, que no quería, pues ellos estuvieron muy pendientes de que su motivación, su energía, su fuerza y sus ganas de ir a patinar nunca cayeran. Siempre estuvieron pendientes y apoyándolo en esa cuestión. Sobre su motivación, o una forma “ingeniosa y poco convencional” de que siguiera patinando, pues era que el papá siempre le decía que al ir a practicar le compraba helado, le compraba balones para que se motivara también y le dieran ganas de volver a patinar. Era la única manera que también podía ir, dándole helado, gastándole todo por allá. Cuando salía de hacer los ejercicios el papá le gastaba el helado, le compraba carritos en La Catorce para que volviera. Así lo mantenían, dándole y motivándole con regalos.

Sus padres nunca pensaron en el cansancio, porque nunca lo sintieron. Lo llevaban a patinar pues el papá y la mamá, y los hermanos hasta los domingos iban pero esa parte ya era de familia, que iban todos a patinar. Con eso, hasta su madre aprendió a patinar, y el papá le enseñó a José a patinar también. Su padre solamente practicaba el deporte cuando podía. Él le contó una vez a su esposa que bajaba con patines desde unas lomas cuando era más o menos joven, que bajaban con unos amigos a toda velocidad, pero él no es así como concentrado en algún deporte, y pues lo poco que el aprendió en la calle y todo eso, lo practicó con los hijos también. En el Paseo de la quinta allá lo llevaban y todo eso, por eso su madre también aprendió en el Paseo de la quinta a patinar. Entre los dos fue muy chévere esa cuestión de llevarlo y traerlo. Antes su madre se ponía contenta cuando lo llevaba a él allá a patinar y se extraviaba de la felicidad de ella y su hijo.

José Ricardo Ramírez

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Tenemos a otro integrante de esta misma familia de guerreros fuertes, ágiles, humildes, tremendos. Es José Ricardo Ramírez. tiene 12 años, estudia en el grado 5-2 y entrena de lunes a sábado dos horas.

Le gusta comer sopa, sancocho, fríjoles, lentejas, arvejas,  su entrenador les dice que hay que comer saludable, hay que comer galletas integrales, ensaladas, fruta y batidos simples sin azúcar de esos grandes.

En su tiempo libre hace tareas. Cuando termina, se pone a jugar con los amigos, va a mercar o a comprar. Se acuesta a las 9 pm y se levanta a las 5:30 a.m. a estudiar. Así le va bien en el colegio, no ha faltado, todas las materias las ha ganado orgullosamente. Admira a su hermano. Su sueño es ser un gran patinador y estar en la selección Colombia.

Él entrena en patinaje desde los dos años y medio. Sus padres son los que lo apoyan, porque lo ayudan y los quiere mucho, tiene además una beca y la cual la aprovecha al máximo. Algunas veces le han regalado uniformes usados, otras veces le han comprado los patines o se los da el hermano. Le entregó un par a él para poder patinar y estar en lo grande. Un par de patines puede costar 2 millones  o 600 mil pesos, y un traje puede costar como 100 mil pesos. Por ello, se siente muy orgulloso de tener uno.

Y sobre su deporte, pues él ha participado en muchas competencias. Ha ganado algunas de primero, a veces no se gana porque es muy complicado, los niños vienen muy preparados, dice él con toda la sinceridad y aceptación, con muchas fuerzas, a veces se gana, a veces se pierde. Ha participado aquí en Cali, en otras partes, y ha ganado claramente medallas. En el entrenamiento hacen cosas chéveres, a veces juegan, realizan entrenamientos muy duros como el fondo, que son 40 vueltas sin salirse del grupo, o velocidad, que es muy rápido en una sola vuelta. El entrenamiento consiste en muchas cosas muy divertidas, también duras y pocas veces regañan, pero es normal, es difícil pero todo se logra. Y él también les da un gran consejo a esa generación joven que está o quiere practicar hasta llegar a ser exitoso, y es “que todo se puede lograr con esfuerzo y dedicación, hay que ponerle mucho tiempo al deporte, practicarlo todos los días sin dejarlo y seguir adelante”.

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MARÍA VICTORIA RAMÍREZ

 

Y por último tenemos a Victoria. Ella primero estaba en patinaje. Ella hizo también patinaje artístico, pero ninguno de esos le llamó la atención, aunque durante el tiempo que estuvo en el deporte,  ganó medallas en el patinaje, como sus hermanos, pero pues simplemente no le llamó la atención el patinaje. Entonces el papá empezó a averiguar el deporte para ella, y llegó a la liga del coliseo del pueblo, y allí, primero entraron a lucha libre. Vieron como era detalladamente, y pues, al final, salieron corriendo porque dijeron que la lucha libre no le iba a gustar, y entraron entonces a taekwondo. Allí ella dijo que sí le iba a gustar el taekwondo, y allí esta. Este sábado tuvo competencia y ganó medalla de oro. Se enfrentó a una muchacha muy fuerte, pero eso no fue tema de vacilación, y ganó. Salió prácticamente llorando y a su madre también se me llenaron los ojos de lágrimas.

Sus padres sienten de todo, sienten emoción, sienten alegría, sienten hasta ganas de llorar cuando cada uno de sus hijos gana, y es una emoción que no se puede describir. Eso una alegría muy grande. Es alegría que, como dice su madre, “solo el que la vive, la siente”.

Estos son ejemplos dignos y grandes de que todos podemos alcanzar el éxito si de verdad estamos decididos a hacer lo que haga falta para ello. Sacrificio, práctica, viajar y estudiar al mismo tiempo se puede. Ellos nos lo han demostrado. Muy pronto serán deportistas reconocidos a nivel mundial, representando a su vez a nuestro querido territorio llamado Colombia.

Palabras más, palabras menos: “Todo se puede en la vida”.

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