Anécdota

A continuación, les contaré un poco como fue mi experiencia en el momento de tener la determinación de que debía estudiar y cómo enfrenté dicho reto que posiblemente ahora usted este vivenciando, de igual manera, daré algunas sugerencias como profesional en psicología que espero sean de ayuda.

​

Al salir de secundaria recuerdo que  a mi mente venia una cierta ansiedad porque aunque sabía que quería estudiar psicología, surgían cuestionamientos y comentarios de familiares y de personas cercanas que expresaban que no debía estudiar dicha carrera porque a nivel económico no era rentable; en esos momentos la carrera que tenía proyección era administración de empresas y sumado a ello,  mis padres tenían una empresa en la que me decían que era una buena opción para yo continuar con el legado, meses antes a mi graduación del colegio nos llevaron a todos los estudiantes a diversas universidades para que pudiéramos tener un acercamiento directo no solo con el campus universitario sino también para que nos dieran una charla y ver el pensum de las carreras. Quiero contarles que esta experiencia fue positiva porque en el mismo momento en que visité la universidad de la cual años después me gradué supe que era ahí de donde me quería graduar, pero seguía enfrentando la presión tanto familiar como social, así que es normal tener dudas y mas cuando es una decisión tan importante para la vida de cada persona.

Tuve la fortuna de saber que quería estudiar desde muy temprana edad ya que sin saber que pasaría con el transcurrir de los años inicie mis primeros pinitos como psicóloga. Me contaba mi madre que de niña prefería en diversas ocasiones quedarme hablando y escuchando a las profesoras de primaria que salir a jugar, pero quizás este no sea su caso así que a continuación le daré algunas sugerencias. Tenga presente que, así como usted, muchos hemos pasado por dicha situación, pero más que pretender que otros te den la respuesta apropiada, busca dentro de tu ser aquello que te gusta, como te proyectas en presente y futuro.

​

Una pregunta constante es ¿Qué eres? ¿Qué haces? a lo cual se responde frecuentemente aludiendo a la profesión como: soy ingeniero, médico, abogado, arquitecto, etc., y menciono esto porque desde una pregunta que pareciera efímera transciende a un aspecto que es parte de tu vida y que te aporta felicidad o infelicidad dependiendo tu elección, por ello la importancia de hacer lo que te hace feliz que cuando tengas que ejercerla no sea una carga sino un disfrute y deleite, como diría tomas Édison cuando le preguntaban respecto a todos sus inventos y que no paraba de producir él decía “Nunca tuve un día de trabajo en mi vida. Todo era diversión.”