top of page

PROYECTO DE LECTURA

La lectura te permite viajar

La lectura es un hábito de comunicación que permite desarrollar los pensamientos cognitivos e interactivos de cualquier lector, el leer permite construir con facilidad nuevos conocimientos.

Es importante que los adolescentes lean un libro por lo menos una vez al mes ya que este actividad les permite estimular fácilmente su imaginación y su función cerebral, así mismo ayuda a los adolescentes obtener mejor vocabulario, desarrollan su cerebro para poder comprender mejor los argumentos de varias líneas y personajes.

Los jóvenes  tienen que sentir se atraídos por un libro para que así  se tomen el tiempo para leer y darse cuenta que la lectura es una actividad tranquila que puede calmar el estrés y ansiedad, debido que hoy en día se dice que los niños y jóvenes padecen de estas enfermedades.

La falta de capacidad lectora en un adolescente puede influir en el bajo rendimiento escolar debido al poco  interés en las investigaciones escolares, el escaso vocabulario que tiene, la dificultad para comprender y analizar textos y sobre todo, el no entender cuando alguien le explica de un determinado tema, esto en ocasiones hace que los estudiantes tengan baja autoestima y su aprendizaje sea muy bajo por ello existen varias bajas en el nivel medio superior.

G9.jpg
G12.jpg

Estudiantes de la sede Santiago Rengifo Salcedo

G10.jpg
G4.jpg
G2.jpg
G1.jpg
G5.jpg
G3.jpg
G7.jpg
G6.jpg

Este proyecto de lectura está liderado por la docente Flor Jenny Cuero. Se creó "El club de lectura" con el propósito de motivar a los estudiantes a entrar en el maravilloso mundo del libro, además de hacer un buen uso del tiempo libre.

Los estudiantes escogen un libro para leer en alguna hora libre o durante el descanso, una vez que terminen  la lectura realizan una reseña del texto.

Hay estudiantes encargados del préstamo de libros y de llevar un registro.

Los jóvenes se motivan con la lectura y aún más teniendo en cuenta que como un valor agregado a las habilidades que adquirirán pueden ganar puntos para redimirlos en algunas materias e incluso ganarse premios sorpresas.

Las imágenes que se observan de estudiantes sentados junto a sus amigos dicen mucho y sobre todo disfrutando de la lectura.  Jóvenes no se imaginan todo lo que están ganando para su crecimiento personal, intelectual; si continúan con este hábito los frutos se verán reflejados en su estudio y por ende en su vida.

¡Felicitaciones profesora Flor Jenny!

dc1f5695-d73f-44ce-9c5d-abf362057c22.jpg
El proyecto de lectura en la sede central primaria se llama: "Momento para leer y soñar"

Los estudiantes disfrutan en forma grupal la lectura de un buen libro.

Leer es un hábito que debe cultivarse a diario, los beneficios que se obtendrán no tienen límite, así que niños, niñas, vean en los libros sus amigos inseparables.
Sede General Anzoátegui
s.jpg
Grado 10-6 disfruta de una agradable lectura
v.jpg
Reseñas
Reseñas de libros
Invitación a leer cuentos escritos por el Profesor Arlis Millán

El señor con el pie grande 

 

 

En cierta región del mundo la gente solía ser muy gentil, amable, jovial y se divertía de las cosas triviales que acontecían ahí; en este pueblo se podría hablar del más loco, del más tierno, del más generoso; de la señora que más reza, del policía injusto, del dueño de la tienda; del señor que cambió de género, de la viejita que visita a todo mundo, en fin, en este pueblo había mucha gente que se hacía notar y su presencia causaba felicidad en muchos y en cambio su ausencia hacía que el pueblo se sintiera solitario; ah, cabe decir, que todos en el pueblo eran de pocos recursos, así que no había grupos y estratos sociales diferenciados y esto permitía que todos se unieran en torno a celebrar o a llorar. 
Ernestovero era un hombre muy alto, fornido, además, con una particularidad: que sus pies eran demasiado grandes lo que llamaba la atención en ese pueblo en Colombia.
«Piegrande» le decían todos los habitantes a Ernestovero, lo cual no le molestaba, por el contrario, se sentía feliz.
Pero en cierto día donde él no podía caminar del dolor en el pie, pues por el tamaño de sus pies Ernestovero no usaba calzado por ello sufría constantemente de dolores, callosidad y la inclemente uña incrustada que ya en el pueblo decían que no tenía remedio y menos cura. Dado el dolor insoportable, una vez salió al patio y cuando pensó pisar el andén de barro un niño que pasaba corriendo lo pisó exactamente en el pie enfermo. Ernestovero gritó tan fuerte que los vecinos de otros municipios cercanos salieron a ver qué había pasado, pero no veían nada; claro, había sucedido a 27 kilómetros de ese pueblo. En los otros pueblos, los cuales estaban a más de 17 kilómetros, se asustaron y pensaron que el mundo se acabaría. Después de un largo rato llegó la información que un vecino de otro pueblo, llamado Piegrande, había gritado de esa manera. Todo volvió a la calma en esos lugares. Sin embargo, don Ernestovero seguía con su dolor; pero no fue el único que padeció esto, el niño que lo pisó, llamado Froiland, lloró incansablemente durante tres días y sin comer. Les tocó a sus padres acudir al cura del lugar para tratar de bajarle el llanto a este niño, quien era gordito, bajito y muy inquieto. Muchos en el pueblo decían que era muy parecido a Pie Grande. El dolor del niño solo se consoló al terminarse la mañana del cuarto día. Froiland bajó en estos días cinco kilogramos y no asistió a la escuela durante dos semanas por miedo a sus compañeros. 
Ernestovero no se quedó conforme con este dolor, por lo que llamó a los padres de este niño para tratar de llegar a buenos términos, pues la herida estaba muy grande y no había remedio que le hiciera efecto. Así que llegó donde los padres y les dijo: «Yo he recaído por el accidente de su hijo. Por eso exijo una solución por parte de ustedes», a lo que el padre respondió: «Fue algo fortuito, sin intención ni dolo de cometer este error». El padre siguió: «Y, por lo tanto, no podemos reconocerle nada». La madre añadió: «Además, el niño sufrió por su ensordecedor grito. Y merecemos que usted también ayude a solucionar este impase». Piegrande se fue triste porque fue a reclamar y quedó debiendo. Cuando se dirigía a la puerta para abandonar la casa llegó el niño. Froiland agachó la cara y le dijo: «Disculpa, no fue mi intención ofenderlo» y añadió con voz de niño tierno y mimado: «¿Me perdona?». Ernestovero salió sin hablar. 
Al otro día mientras estaba en la clase de sociales y estaban hablando de los héroes colombianos que se destacaron el 20 de julio y el 7 de agosto, fiestas muy importantes en este país; por aquella época, todavía se hablaba de la historia de Colombia. En un momento de la clase, mientras todo estaba tranquilo, entró Ernestovero y dijo: «Hay otros héroes que tenemos en nuestro pueblo», y prosiguió: «Tú eres uno, Froiland, porque a pesar de que tus padres no reconocieron el hecho, tú si lo hiciste y pediste perdón». Todo el salón se puso de pie y le pusieron a Froiland «Piegrandecito» y desde ese entonces son los mejores amigos: uno de 70 años y otro de 9 años. Van a todas partes juntos, Ernestovero le enseña lecciones escolares y le ayuda con sus tareas y Froiland compra la medicina y le hace los mandados. 


Esta es la historia de los verdaderos héroes, los que convierten las dificultades en oportunidades de vida. 


Autor: arlis Milan Mosquera

bottom of page